Fotógrado y diseñador... o viceversa.
Me llamo Bernat Gutiérrez, Nat con el límite de caracteres. Trabajo en Nat Estudi, mi propio estudio creativo, desde el que realizo todo tipo de proyectos audiovisuales a través de la fotografía, el diseño, el vídeo y la web.
El mundo de la imagen me sedujo con tan solo 15 años, cuando una Olympus OM-1 se cruzó en mi camino y la fotografía lo puso todo patas arriba.
Treinta y pico años después son tantos los palos que he tocado en el sector audiovisual que cuando alguien me pregunta a qué me dedico se me funde algún plomo en la cabeza con el esfuerzo de encontrar una definición correcta y, también, con límite de caracteres. Soy fotógrafo y diseñador gráfico, hasta ahí llego, pero el paquete completo va más allá porque también flirteo con el vídeo, escribo artículos y, actualmente, gran parte de mi trabajo en Nat Estudi va destinado a la creación de proyectos de comunicación online en formato web.
Pero si esa definición versara únicamente sobre lo personal, la fotografía, sin duda, sería algo así como mi lengua materna.
Autoretrato. 2023
Mi formación como fotógrafo fue clásica. Mi evolución no tanto. De la fotografía química y el blanco y negro pasé, no sin unas cuantas controversias internas, a la fotografía digital y a sus procesos de producción. Ambos períodos casi están a la par en cuanto a años dedicados, que no son pocos, y a pesar de todo lo vivido, sigo sintiéndome más fiel al papel de aprendiz de todo que al de maestro de nada, aunque la experiencia, eso sí, es un grado.
Pero el caso es que actualmente sigo concibiendo la fotografía no solo como un proceso de investigación técnico y creativo, sino también, como una exploración emocional y un divertimento a partes iguales. Convivo con una dualidad que no siempre ha sido fácil de llevar, pero que con el tiempo he acabado aceptando. Por un lado, la del fotógrafo en esencia, cargado con una cámara que captura y reproduce fragmentos interesados de aquello que ve con una concepción del acto fotográfico no muy distante a la de mis inicios y, por otro, la del fotógrafo plástico que genera imágenes mediante procesos de producción digital, claramente influenciado por un imaginario visual más propio del cine y las series de ficción y de cualquier otra disciplina creativa que absorba como una esponja. El resultado, sea de un modo u otro, siempre es un ejercicio de subjetividad porque, en la fotografía, la realidad es una imitación y a partir de ahí lo que venga, y la objetividad no existe… Más o menos como en la vida real, pero siendo consciente de ello.
Autoretrato. 1991
Con todo esto hay una historia que contar, y otra que empieza justo ahora, con la publicación de esta web dedicada exclusivamente a mi faceta como fotógrafo. De dónde vengo, que lo tengo más o menos claro, y hacia dónde voy, que sigue siendo una incógnita. Nunca me he considerado un artista; visto el panorama, me conformo con ser un buen artesano de lo mío. Lo que sí soy, por encima de todo, es un currante de la imagen que, con una buena dosis de fracasos y algunos aciertos que han equilibrado la balanza, he conseguido, no solo dedicarme a lo que más me apasiona, sino también, vivir de ello profesionalmente en un país en el que no es nada fácil defender y reivindicar el valor de la imagen y el trabajo que hay detrás de una 'simple' foto, un 'simple' diseño, un 'simple' ………………… (rellene usted la línea de puntos).
Bienvenid@s, pues, a Nat Gutiérrez Pics&Vids, y vamos viendo sobre la marcha…