Percepciones

Entre mi etapa fotográfica en blanco y negro y todo lo que vino con la irrupción en mi vida del diseño gráfico y las técnicas digitales, hubo un particular proceso de transición en el que, durante unos años, me sentí con un pie en cada lado. Este período creativo, comprendido entre los años 2002 y 2006, lo recuerdo ahora como una etapa compleja en la que me vi inmerso en una especie de fase de experimentación audiovisual en la que, de repente, todo le que hacía se convirtió en algo cuestionable y mi percepción como fotógrafo pasó de las certezas asumidas a la indefinición.

Hasta entonces, yo vivía en una burbuja creativa que ya duraba más de 10 años, dedicados exclusivamente a una manera ortodoxa de hacer fotografía: blanco y negro, captura y exposición con cámara réflex y proceso de revelado y positivado químico. Pero de repente, tras adquirir mi primer equipo informático para trabajar con la imagen en 1998 y empezar a flirtear con el diseño gráfico y los procesos digitales de producción, mi interés por otras técnicas me llevaron a experimentar con otras maneras de capturar la imagen, como por ejemplo, el escáner.

Serie fotográfica Hipnótico. 2003.

Todo lo que hasta entonces entendía del acto fotográfico salta por los aires, y a pesar de que nunca había tenido interés por la realidad que fotografiaba, más allá de usarla como pretexto para mis piezas fotográficas, es durante ese período cuando voy descubriendo las posibilidades de la fotografía plástica para alterar y reinterpretar el concepto de realidad.

Tras esa etapa, mi fotografía cambió radicalmente. Cerré un período fotográfico encorsetado en un único discurso visual (y personal) en el que, en cierto modo, había antepuesto unas aspiraciones artísticas poco definidas, dejando de lado las experimentales y las profesionales. Lo que vino después lo podéis (y podréis) ver en esta web y en la de Nat Estudi.

Sin embargo, aunque gran parte de las imágenes fotográficas que surgieron durante esa fase de transición acabaron formando parte de una especie de cajón de sastre en la que muchas de ellas permanecerán sin ver la luz, simplemente porque su tiempo ya pasó y ahora no me apetece volver a ellas, sí hubo algunas que acabaron materializándose en piezas finales dentro de un proyecto inacabado, Percepciones, que se fue desarrollando a medida que me iba alejando de los planteamientos fotográficos de la etapa Hábitat.

Serie fotográfica Visión objetiva. 2003.

Las fotografías de Percepciones son un buen ejemplo de como puede ser un proceso de transición creativa y personal. Fue mi proceso, y posiblemente el más importante, porque supuso la antesala de todo lo que he hecho en el ámbito audiovisual desde entonces.

Algunas de las imágenes que en su momento formaron parte del proyecto Percepciones han acabado catalogadas en otros proyectos recientes. Es el caso de las colecciones El trayecto (2003) y Bonjour (2005) con las que decidí abrir el catálogo recopilatorio Cuadraturas Mínimas (2019). Y es que todo, en cierta medida, acaba quedando conectado…

Izquierda: La distorisión del hábitat. 2003. Derecha: Visiones 3/3. 2002.